Por primera vez, un ministro nacional se reunió con proveedores mineros para potenciar la exportación y no limitar el desarrollo a las jurisdicciones. El contexto político regional y la necesidad de licencia social dota de relevancia al sector.
Dos factores confluyen para que la agenda minera del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación para el 2022 la encabece el sector de proveedores de bienes y servicios. Por un lado, lo que dejó el fallido intento del Gobierno de Chubut de zonificar la provincia, modificando la ley que prohíbe la actividad minera, que dejó en evidencia que si un proyecto minero no cuenta con licencia social no tiene ninguna chance de avanzar, por más que sea viable, cuente con permisos ambientales y un inversor listo para llevarlo a cabo.
El otro: la existencia de un nuevo escenario regional, que pone a la Argentina en una posición ventajosa estratégicamente ante los ojos de la minería global.
Sin precedentes
Un gesto más claro y sin precedentes, llegó a fines de enero. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, convocó a una reunión con la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN). Junto a él estaban la secretaria de Minería, Fernanda Ávila, y Ariel Schale, el secretario de Industria.
Por CAPMI estuvieron su presidente, Manuel Benítez; Diego Cons, director ejecutivo de la entidad; Luis Contrera (Haug/ Roggio); Guillermo Williams (Burgwardt); Alfredo Allegrini (Milicic), y David Granovski (Inquinat).
Por los cambios en la región, Argentina tiene un escenario promisorio para las inversiones
Ni durante el gobierno de Mauricio Macri, ni en los de Cristina Kirchner, los proveedores mineros fueron recibidos por un ministro nacional. Para el sector marca una señal política fuerte y de vocación de trabajo más concreta. “El ministro está mucho más enfocado en que los proveedores crezcamos y en que podamos aumentar los niveles de exportación”, señaló a Santa Cruz Produce uno de los integrantes de la Cámara.
Otro punto de la agenda de los proveedores mineros pasó por no limitar el desarrollo por jurisdicción “porque no le conviene a nadie”. Plantean la expansión en todo sentido; que el proveedor trabaje en su provincia, pero que también pueda trabajar en otra, ya que las posibilidades de vender a la minería nacional, a medida de que se vaya desarrollando, son exponenciales.
“El gobierno tiene una mirada nacional con respecto a esto y además, hay una posición muy optimista con los proyectos que puedan llegar a venir este año”, resumió un directivo de una importante firma de servicios para minería.
Inversiones proyectadas
De acuerdo a la Secretaría de Minería de la Nación, las inversiones productivas anunciadas entre 2020 y 2021 totalizan USD 9.314,36 millones. Sólo el proyecto de cobre, oro y plata Josemaría de la provincia de San Juan prevé una inversión de USD 4.200 millones. Sobre este proyecto, los proveedores ya advierten que los de esa sola provincia no podrán bancar toda la demanda de operación. “Se necesita calidad en la provisión de bienes y servicios, pero también cantidad”, indicaron.
La cifra de empleos puede triplicarse con los proveedores de bienes y servicios locales
Pedido a las operadoras
El gesto de Kulfas no terminó con esa reunión. Días después se reunió con la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) y propuso como tema central el desarrollo de los proveedores con foco en las economías regionales.
Las empresas compartieron información sobre sus programas de compre local y expresaron la necesidad de contar con recursos humanos especializados. Se resolvió trabajar en iniciativas federales de capacitación que ayuden a la profesionalización de las personas y a su inclusión laboral.
¿Por qué proveedores?
Cada proyecto minero que se afinca en un lugar determinado, requiere de una cantidad de mano de obra muy importante, que se acrecienta en la fase de construcción. Esa cifra puede hasta triplicarse con los proveedores de bienes y servicios. Mirando esto, es que en la órbita del ministro Matías Kulfas se consolida la idea de que en el crecimiento de los proveedores se puede encontrar la licencia social que requiere la minería para su desarrollo.
Esto va de la mano con el escenario promisorio que se presenta para el sector en este 2022, ya que si bien se habla de la enorme potencialidad de la minería desde hace al menos diez años, hoy es el contexto regional lo que marca la diferencia.
Favorable escenario regional
Históricamente en materia de producción, la Argentina tuvo una posición de desventaja, en materia impositiva, con respecto a los países vecinos como Perú y Chile, que hacía a estos más atractivos a los ojos de los inversores. Pero esto está cambiando.
Chile avanza en la reforma de su Constitución Nacional. La semana pasada, fue aprobada una norma en la Comisión de Medio Ambiente de la Convención Constitucional que plantea la nacionalización de las empresas de explotación y exploración de bienes estratégicos como el cobre y el litio.
El objetivo es que el Estado chileno planifique cuánto producir. Esta señal inmediatamente despertó el rechazo de gran parte de los operadores mineros privados, que lo advirtieron como un condicionamiento que tendrá repercusiones en sus proyecciones.
El nuevo Gobierno de Perú, que asumió en julio con la promesa de “redistribuir las riquezas minerales” del país, no logra contener la estampida social que ya afecta al mercado internacional de metales.
La mina de cobre Las Bambas, que representa el 2% del suministro mundial, está prácticamente paralizada por bloqueos de las comunidades locales en todas las rutas que conducen al yacimiento, reclamando que las empresas mineras paguen o creen empleos.