El desembarco en el Gabinete nacional del ex gobernador bonaerense Daniel Scioli hizo que las alertas se encendieran dentro de la Casa Rosada, con un presidente Alberto Fernández que hace lo posible para sostenerse y no irse en helicóptero. Del otro costado, Cristina Fernández de Kirchner sigue manipulando los hilos de gestión con el presidente de Diputados, Sergio Massa, en una mesa muy chica.
Ahora bien, fuentes oficiales sentenciaron a NOVA que “La Jefa” estaría de los pelos con las actitudes del “Capitán Beto”, quien con una lapicera prestada hizo un “recambio” exprés y se trajo al principal contrincante anti K del peronismo, con la idea de tomarse un año para levantar “solamente su imagen personal” y así “despegarse de La Cámpora”, con un alfil como el “Pichichi”.
La idea primordial del máximo mandatario sería comenzar a poner en el altar a Scioli para que mire la banda presidencial con algo de cariño, mientras de a poco empieza a realizar apariciones en mediciones privadas que se financian desde “amigos del Presidente”. Con el gobernador correntino Gustavo Valdés jugando de cerca con Juntos, el nuevo proyecto para retener el Sillón de Rivadavia sería que “Pichichi” seduzca a su posible fórmula, la diputada nacional Victoria Tolosa Paz. En cuanto a provincia de Buenos Aires, no hay aún ideas.
Por la parte del kirchnerismo duro, se vician con que el legislador Máximo Kirchner y su par Cecilia Moreau se muestren como la fórmula fija a poder ir por el Sillón de Rivadavia. Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires se piensa en una posible reelección de Axel Kicillof, acompañado por la titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), Fernanda Raverta.
¿CFK y Massa a dónde irían a parar? Habría un pacto de no intentar subirse al palco ninguno, y lanzarse por lugares en el Senado de la Nación ambos, con seguridad plena de ingresar. Según fuentes anónimas indicaron a este medio que muchos les plantean ponerse al frente del armado como fórmula, pero no quieren arriesgar a perder las oportunidades ante la imagen positiva que se maneja desde Juntos. Todo por la negatividad de ambos líderes.
Ante todo lo referido, se deja en claro que el FdT está sumamente volando por los aires, con un Gabinete que cambia de nombres como si se tratase de un despacho gastronómico. O bien un tablero de ajedrez que termina fiándose de quien “la tiene más larga” a la hora de movilizar sus piezas para hacerse notar en el plano periodístico, social, político y económico.