De este modo Roberto Fulles le apuntó a Carlos Casalz (39), uno de los imputados del femicidio de su hija, que fue apresado cuando se acercó a votar.
El padre de Araceli Fulles, la víctima del femicidio ocurrido en abril de 2017 por el que este lunes comenzarán a ser juzgados ocho acusados en los tribunales de San Martín, aseguró que el hombre detenido ayer por amenazar a su esposa y a varios testigos de la causa fue el autor material del asesinato de su hija.
“Al que detuvieron ayer es el que asesina realmente a Araceli, en conjunto con los otros imputados. El fue quien enroscó el precinto en el cuello para terminar matándola”, declaró Ricardo Fulles, padre de Araceli, en la puerta de los tribunales de San Martín donde comenzó el debate oral por el femicidio que tiene a ocho imputados, siete de los cuales llegaron en libertad al juicio.
Las declaraciones de Fulles hacían referencia a Carlos Casalz (39), uno de los imputados del femicidio de su hija, y que ayer fue detenido por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones San Martín cuando iba a votar en una escuela de Villa Ballester.
A su vez, el padre de Araceli comentó que la detención del imputado se había dado luego de que su esposa, Mónica Ferreyra, fuera “amenazada al recibir una foto” en la que aparecía Casalz con un arma.
Si bien el hombre dijo que la intimidación consistió en una foto, su esposa aseguró en diálogo con Télam que se trataba de “un video de 9 segundos” donde Casalz aparecía con una ametralladora.
“Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana. Es un video de este tipo caminando con una ametralladora. No sé quién me lo mandó, pero tomé captura de pantalla de lo que me mandaron, y lo denuncié ante la fiscal”, aseguró Ferreyra.
Según explicó el abogado de la familia, Diego Szpigiel, la detención se pidió por “el posible entorpecimiento del juicio que podía generar el imputado, al causarle miedo a los testigos”. Además, el padre de Araceli sugirió que “Casalz le habría pagado a Darío Badaracco”, quien era el principal imputado y falleció en 2019 en el penal de Sierra Chica tras ser atacado por dos internos, para “enterrar el cuerpo de Araceli” en su casa.