En Santa Catalina, hace 35 años se realiza el Encuentro navideño, por iniciativa de un grupo de jóvenes que a pesar del paso del tiempo, mantienen la costumbre y cada año que transcurre, se suman otros jóvenes en su organización.
Ahora, es el Grupo Santa Teresita del Niño Jesús, quien se ocupa para el Día de Reyes Magos, con el acompañamiento de los fundadores, entre ellos Camila Solís, en preparar lo necesario y recibir a los niños adoradores que llegan al poblado desde los distritos que abarca la comisión municipal, y adorar al Niño Jesús “El puesteñito”, de la comunidad de Puesto Grande, que la esclava (propietaria), obsequió a la parroquia de Santa Catalina.
Por tratarse de distancias considerables entre las comunidades del interior de Santa Catalina, como ser La Ciénaga, El Angosto, Oratorio y Cabrería (fotografía), muchos de los niños caminan varios kilómetros hasta la ruta donde un vehículo de la comisión municipal los espera para trasladarlo hacia el pueblo.
Este año fueron 130 los adoradores que intervinieron, llegaron entre las 10 y 11 de la media mañana, participaron en un oficio de acción de gracias y posteriormente en juegos recreativos que les permitieron confraternizar y generar amistades.
Al mediodía, la comisión municipal les sirvió un almuerzo y alrededor de las 15, comenzaron las adoraciones en la cancha de básquet.
La actividad se desarrolló normalmente hasta al 16, cuando comenzó a llover con granizo, por lo que debieron trasladarse hacia un lugar techado, donde continuaron con la exhibición hasta aproximadamente las 18, oportunidad en que se les sirvió una chocolatada.
Los jóvenes del Grupo Santa Teresita del Niño Jesús, quienes trabajaron activamente en los últimos meses para organizar el encuentro, junto a los Reyes Magos les obsequiaron juguetes y golosinas a todos los chicos de las comunidades, además, les entregaron equipamiento e insumos para ser utilizados en sus capillas, como sistemas de audio, pintura y demás.
También hubo premios para los mejores adoradores, como un incentivo para que continúen manteniendo la tradición de venerar al Niño Jesús.
La edad promedio de los adoradores es entre 5 y 6 años, y junto a sus familias esperan con ansias la llegada del Encuentro navideño, sus padres se ocupan de confeccionarle la vestimenta con la cual se presentarán, y también los acompañan para verlos adorar.
Finalizada la actividad, los participantes pernoctaron en Santa Catalina y al día siguiente regresaron a sus destinos, siendo despedidos por los organizadores, las autoridades municipales y la comunidad.
Los vocales municipales René Villatarco y Salome Vásquez estuvieron presentes sumando su colaboración.
El viernes, el único pesebre de Santa Catalina, que es organizado por la iglesia, adoraron por las calles del pueblo visitando a los vecinos y despidiéndose hasta el próximo año.
