Este producto típico del Perú gana cada vez más adeptos en el público argentino.
Hasta hace un par de lustros, el término locoto (o rocoto), era prácticamente desconocido, incluso entre los foodies.
Pero con la avanzada de la cocina peruana, es una palabra que en ciertos ambientes se volvió familiar.
El locoto es un tipo de ají típico de Perú y Bolivia, que se usa para dar sabor picante a las comidas.
Este alimento se usa desde la época del inca, y su nombre viene del quechua roccoto o roqotu, que hace referencia a un tipo de pimiento. La palabra escrita con “L” inicial es propia del aimará.
Se cultiva en la zona andina a más de 1.600 metros de altura. Y según lo describe el artículo El Rocoto, del investigador peruano Abelardo Gamarra, “el fruto es semejante al pimiento: es el más jugoso, de mejor olor y más picante de los ajíes; su color es amarillo caña, rojo subido o verde alfalfa suave, suavísimo, como el seno de la mujer amada”.
A pesar de la anterior descripción, no pica demasiado, sobre todo en relación a otros ajíes. En la escala Scoville, se ubica entre 100 000 SHU a 200 000 SHU. Lo que sí se le atribuyen numerosas propiedades analgésicas y anticancerígenas.
Se suele utilizar seco, en pasta o fresco, en la preparación de salsas, y en platos tradicionales como el locoto arrebosado (o frito), típico de las picanterías de Cusco, en los locotos rellenos de Cusco (con una mezcla de carne vacuna y porcina, cilantro, cebolla, maní tostado y otros ingredientes), y para elaborar los locotos tapados, salsa infaltable en las chicherías arequipeñas.
Y por supuesto, es fundamental para preparar los clásicos ceviches y tiraditos, tan de moda en los tiempos que corren, y en especial en el norte argentino para la llasjua.