El ex director del FMI para el hemisferio occidental, Claudio Lose, manifestó que en estos momentos hay tensiones entre Argentina y Estados Unidos.
Desde hace varios meses las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen ciertas trabas y es por eso que Estados Unidos mira muy de cerca la situación de Argentina para que se cumplan todas las reglamentaciones requeridas.
“Evidentemente hay tensiones. En este Gobierno no se tiene mucha simpatía a lo que puede haber empujado Trump en su momento, pero en el informe que hizo el FMI no se habla demasiado de presiones políticas sino más bien de cuánto se cumplió, de los errores que pudo haber así que quizá es una sobre interpretación”, señaló Claudio Loser en Radio Colonia.
El ex director del FMI para el hemisferio occidental también indicó que en un principio Estados Unidos no quería darle un préstamo al país, pero al aceptar la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro, comenzaron a mirar con mucho cuidado los movimientos de Argentina.
“Para un país del nivel de ingresos, los argentinos somos mangueros. En América Latina, desde que la Argentina entró al Fondo, ha pedido 20 programas”, mencionó Loser, quien también señala que el tema principal de Argentina con el FMI es que no hay antipatía hacía el Fondo.
“Desde el retorno de la democracia no hay país, salvo alguno pequeño de América Latina, que haya tratado de manguear tanto al Fondo y haya tenido tantos programas como la Argentina”, indicó Claudio.
Por último, el exdirector confirmó que hubo malestar con Kristalina Georgieva por algo que aparentemente ella hizo en el Banco Mundial donde era la número dos. Se cree que, en uno de los estudios, que hace el Banco Mundial, aparentemente favoreció a China respecto de lo que daban los números: “No tiene nada que ver con plata ni nada por el estilo”.
La próxima semana se retoman las negociaciones con el FMI y se cree que Alberto Fernández y Martín Guzmán le anunciarán a los gobernadores y dirigentes políticos que no habrá extensiones de plazos. También se estima que le pagarían al FMI unos U$S 9.600 millones hasta 2025 y posteriormente serían U$S 22.000 millones.
