Las actividades se concentraron en el santuario de la Virgen ubicado en la localidad de Río Blanco, a 7 kilómetros de San Salvador. “La Virgen es parte de la vida y cultura de los jujeños. Siempre nos acompaña y nos guía en nuestra lucha cotidiana”, dijo el Obispo de Juy, Daniel Fernández.
Miles de fieles católicos jujeños participaron de las misas y peregrinaron en el marco de las fiestas de la Virgen de Río Blanco y Paypaya, patrona de Jujuy, que este jueves celebra su día, y que se realizaron bajo protocolos sanitarios por la pandemia del coronavirus.
“Es una cita obligada de los jujeños de todos los años para elevar nuestro afecto y cariño hacia ella, sabemos que ha sido nuestro refugio en todo este tiempo de la pandemia”, dijo el obispo de Jujuy César Daniel Fernández.
Agregó que “la Virgen es parte de la vida y cultura de los jujeños. Siempre nos acompaña y nos guía en nuestra lucha cotidiana”.
La celebración central se realizó bajo el lema “Con María de Río Blanco nació la fe del pueblo jujeño”.
Este año las misas se realizaron dentro del predio del santuario de Río Blanco con un máximo de mil personas, a diferencia de años anteriores que se hacía en el sector descampado, y no se permitió acampar, tampoco la actividad comercial para evitar una mayor circulación de personas.
La celebración central se realizó bajo el lema “Con María de Río Blanco, nació la fe del pueblo jujeño”, y este año la imagen de la Virgen no peregrinó desde la Iglesia Catedral sino que fue transportada directamente al santuario para evitar aglomeraciones.
Las misas se celebraron en diferentes horarios comenzando la primera a las 7 y continuó a 8.30, 10.30, 12 y se programaron otras para la tarde.
A las 17.30 se realizará la misa solemne presidida por el obispo Fernández en el atrio de la Iglesia Catedral.
Además de este día especial, por el día de la Patrona de Jujuy, hay misas y se concurre al santuario todos los domingos de octubre, este año en burbujas familiares.
La celebración de la Virgen de Río Blanco, coronada el 31 de octubre de 1920, es junto a la peregrinación al santuario de la Virgen de Punta Corral, a 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en la zona de la Quebrada de Humahuaca, los encuentros de fe más importantes de la provincia.
Todos los años para este día, en adhesión a la festividad, el Gobierno de Jujuy declara Día no Laborable en toda la provincia.
